Cocina y Meditación

Sóc una enamorada d’aquesta terra i del vostre idioma, però he de reconèixer que de moment m’expresso millor en la meva llengua. És per això que les meves publicacions honren la meva terra xilena, la que vull compartir amb vosoltres.

La práctica de la meditación nunca se me ha dado bien, considero que tampoco le he dedicado el tiempo necesario que requiere, pero aún así he indagado en espacios meditativos que me entregan la sensación de meditar.
Por medio de la música, tanto practicarla como escucharla, había reconocido en mí un lugar de refugio, un espacio de paz y energía el cual mutaba según lo que necesitaba expresar.
Durante más de 20 años la guitarra se ha convertido en una extensión de mí, y no solo de forma decorativa en el living, sino que viaja conmigo a todas partes.
De esta misma manera, comencé a sentir a medida que más cocinaba, lo mismo que con una guitarra en la mano.

Parecía extraño que al estar realizando tantas preparaciones mi mente podía estar en completo silencio, y conectada en el segundo exacto en el que realizo el corte de una verdura. Solo eso, cortar, verdura, estar.
Comencé a verbalizarlo y a medida de que hablaba surgía en mi las inmensas ganas de comentar lo poderosa que sentía el espacio cocina, que era mío y me lo apropiaba con sinceridad.

Mi cuerpo, mi mente y mis energías están presentes en la cocina como un baile, es movimiento presente, en el presente. Imagino los colores, la presentación del plato, el sabor que podría cambiar de tradicional a extravagante, y así se me pasan las horas para preparar un plato de un día Miércoles al mediodía.

Esta es la energía mas poderosa que concibo, en mi cocina y en mi guitarra.

Pamela Rodríguez
Co-Fundadora de INTI pícnic